Resulta reacción a la salinidad que sale por los grifos, ante medidas tomadas por la administración de Obras Sanitarias del Estado (OSE), el Ministerio de Medio Ambiente y otras instituciones concernidas, incluido el Ministerio de Salud Pública.
Ello responde a tres años de sequía que impactan al país, en particular a la capital y áreas del suroeste.
Al menos en la Zona Metropolitana de Montevideo, donde habita más de dos millones de personas, OSE decidió mezclar las fuentes del vital líquido ante el depauperado caudal de los embalses conectados al río Santa Lucía, que surte a la región.
Ello supone buscar más abajo, cercano al estuario del Río de la Plata, que desemboca al este en el océano Atlántico.
Según la ministra de Salud Pública, Karina Rando, el agua está apta para el consumo, aunque advirtió que los hipertensos y pacientes de enfermedades cardiovasculares debe tomar precauciones.
RaNdo les sugirió preferir el agua embotellada, aunque esta resulta una opción a la que no pueden acceder segmentos poblaciones considerados bajo el nivel de pobreza.
Un recorrido de Prensa Latina por el barrio Pocitos, en el sur de Montevideo, comprobó que la compra del agua embotellada se multiplicó.
En varios establecimientos comerciales las existencias estaban menguadas, a pesar de haber sido abastecidos. En su presentación más popular, garrafón de 6,25 litros, resultó una mercancía faltante.
Me abastecen martes y jueves con 50 garrafas. Pedí 70, me las trajeron y se vendieron muy rápido, dijo a Prensa Latina Renato Baccio, dueño de un mercado.
Como es usual aquí, cada problema se convierte en tema de debate político.
Del lado de la oposición, desde el Frente Amplio hay voces responsables que instan al gobierno a subsidiar el agua embotellada para familias necesitadas.
También a rebajar el cobro del servicio, ante la «dudosa» calidad del agua, que incuestionablemente es salobre desde la cañería.
El tema promete otros cuestionamientos, pero mientras tanto, como sugirió la titular de Salud, a la hora de condimentar la comida habrá que prescindir de menos sal, porque el agua la trae consigo.
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