Durante la presentación del texto A contramano. Una biografía dialogada en la 47 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Pérez Esquivel resaltó los estudios realizados por el reconocido intelectual sobre la realidad argentina y regional y recordó los momentos compartidos con él y el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro (1926-2016).
Fidel es un amigo que partió, pero no se fue, un gran pensador que aportó mucho, no solo a su país, sino también al mundo. Pese a los bloqueos, las mentiras y campañas en su contra, mantuvo la coherencia entre el decir y el hacer, afirmó.
Por su parte, Borón explicó que el libro sobre su vida, concebido junto a la doctora en Ciencias Sociales Alexia Massholder, es un recorrido por 75 años de historia argentina y latinoamericana, los golpes militares y los exilios que vivió en naciones como Chile.
Mis seis años en ese país fueron extraordinarios. Me involucré profundamente y quedé deslumbrado por un proceso diferente al argentino y el triunfo de Salvador Allende (1908-1973), quien murió en combate, no se suicidó como dice la derecha, aseveró.
Por otra parte, aseguró que Fidel Castro fue uno de los líderes que más le impresionó.
Era un visionario. En 1998 nos advirtió sobre la continuidad del neoliberalismo y la importancia de la batalla cultural. Hoy nos damos cuenta de cuánta razón tenía. Él marcó a toda mi generación. Sus discursos son obras maestras del pensamiento político, apuntó.
El sociólogo argentino destacó también el legado del expresidente venezolano Hugo Chávez (1954-2013), a quien consideró un gran intelectual.
Me invitó a estudiar la lucha geopolítica global, los mecanismos de persuasión y dominación del imperialismo y la situación de América Latina como centro de los combates entre potencias, indicó.
Asimismo, destacó la necesidad de seguir peleando e impulsando proyectos sociales.
El imperialismo está ahí siempre, más agresivo, violento y virulento. Debemos continuar la lucha, concluyó.
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