Désiré está acusado de contrabando, evasión fiscal, abuso de confianza, enriquecimiento ilícito y blanqueo de dinero, luego que saliera a la luz la confiscación de contenedores destinados a la Iglesia y cargados de armas y municiones.
En abril la Dirección Central de la Policía Judicial (DPCJ) emitió órdenes de búsqueda contra tres sospechosos de comerciar ilegalmente armas y municiones utilizando el nombre de la Iglesia Episcopal.
Las ordenanzas afectaron al padre Désiré y su colega Jean Mardoché Vil, quien todavía se encuentra fugitivo, así como el ciudadano de Zimbabue Vundla Sikhumbuzo.
La decisión fue resultado de un estremecedor informe de la Oficina de Asuntos Financieros y Económicos que reveló el empleo de la franquicia aduanera de la organización religiosa para introducir los artefactos en Haití.
La investigación señaló al padre Frantz Cole, detenido a mediados de agosto pasado, como uno de los cabecillas de la operación e indicó que el religioso es titular de varias cuentas bancarias en Haití y en el extranjero, y algunas contendrían sumas de hasta un millón de dólares.
De acuerdo con la pesquisa, todos los miembros de la red de tráfico de armas estuvieron relacionados con bandas que operan en la capital, entre ellas la pandilla de Village-de-Dieu y la banda Torcel, liderada por Vitelhomme.
El caso se hizo público en julio pasado, un momento en que las bandas ganaban terreno en el país y afianzaban el control de esta capital.
El archivo se engavetó durante varios meses, pero la reciente investigación de la Policía lo devolvió a la agenda mediática.
Actualmente, cerca de una quincena de personas se encuentran detenidas, entre ellas el padre Cole y el contador Jean Gilles Jean Mary, entre cuyos documentos hallaron pruebas del desembolso de dinero de la institución religiosa a la cuenta de un traficante internacional de armas Vundla.
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