Solamente en salarios los magistrados ganan en promedio 300 mi pesos mensuales (más de 15 mil dólares), además de sumas muy altas por unos 40 “derechos” de prestaciones que incluyen hasta comidas en restaurantes de lujo, atención médica particular, viajes, hospedajes, dietas, gastos de representación, etc., las cuales duplican o triplican el sueldo.
Dijo que ese es el verdadero motivo por el cual nueve de los 11 magistrados de la Suprema Corte, incluida su presidenta Norma Piña, votaron en contra de la reforma dirigida a eliminar ese derroche inmoral, sin ética y base de la corrupción imperante en el Poder Judicial.
Reiteró que por ese y otros muchos motivos bien justificados y probados, se hace necesaria la reforma del Poder Judicial en su conjunto, pero para ello hace falta que en las elecciones generales del año próximo el partido Morena y sus aliados logren mayoría calificada en el congreso.
Esa es la gran meta, no solamente ganar la presidencia, destacó.
Retó al diputado conservador del Partido Acción Nacional Santiago Creel, presentar una iniciativa para que desaparezcan los fideicomisos del Poder Judicial y esos 20 mil millones de pesos (más de un millón de dólares) que tienen guardaditos para ellos, se entreguen a estudiantes de familias pobres.
López Obrador mostró las abismales diferencias de pensiones que tenían los expresidentes de México en comparación con los de otros países, que incluyó en uno de sus libros, y que superan con creces a los ingresos de los jefes de Estado o Gobierno de Estados Unidos, Gran Bretaña y otras potencias.
Abogó, en consecuencia, que todo cargo público se elija en los procesos electorales en los que decide la ciudadanía y no sigan siendo designados a dedo por los partidos políticos.
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