En una sesión de emergencia celebrada este jueves, los 47 Estados miembros del órgano de DDHH debatieron en torno a los asesinatos, lesiones y otros abusos cometidos por el Ejército sudanés y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápidos (RSF por su siglas en inglés).
Durante el discurso de apertura de la sesión, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, acusó a ambas partes de violar el derecho internacional humanitario.
Denunció al Ejército sudanés de lanzar ataques en áreas civiles densamente pobladas y a las RSF de apoderarse de numerosos edificios en Jartum para usarlos como bases de operaciones, desalojar a los residentes y lanzar ataques sobre la ciudad.
La resolución fue adoptada por 18 votos a favor, 15 en contra y 14 abstenciones y solicita además un cese inmediato de las hostilidades sin condiciones previas y un nuevo compromiso de todas las partes para volver a una transición hacia un gobierno dirigido por civiles.
Los combates en Sudán comenzaron como resultado de una lucha de poder entre el jefe de las fuerzas armadas, Abdel Fattah Burhan, y su otrora hombre fuerte, Mohamed Hamdan Dagalo, el conflicto ha dejado hasta el momento más de 500 muertos y miles de heridos, según cifras conservadoras.
En tanto, las treguas son tan efímeras que no dejan espacio a evacuar las zonas en guerra o resolver las necesidades de la población, sumida ya en una insalvable crisis humanitaria.
lam/ycv