El canciller dominicano, Roberto Álvarez, asistió a la magna cita en representación del presidente Luis Abinader, y en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores efectuada la víspera -previo a este encuentro- habló sobre la amenaza que representa la presencia de esa macroalga para el desarrollo de los países afectados.
En la “Declaración de Antigua” suscrita este viernes, los jefes de Estado y/o Gobierno plasmaron sus consideraciones y compromisos acerca de la configuración actual del sistema mundial y los desafíos y oportunidades que enfrentan las naciones del Gran Caribe.
Un aspecto clave del documento fue el reconocimiento del cambio climático como una de las mayores amenazas a la región, que pone en riesgo a sus habitantes y entorpece el desarrollo de la actividad económica de la que dependen millones de personas.
En ese sentido, se declaró el afloramiento del sargazo como una “emergencia”, por lo cual se fijó el compromiso de colaborar para buscar soluciones a esa problemática.
En su intervención la víspera, el canciller dominicano señaló que la proliferación del sargazo representa un riesgo para las personas en el Gran Caribe; enferma a los peces de los que las comunidades dependen para su alimentación y obstaculiza el paso de embarcaciones.
De igual forma, agregó, el sargazo golpea la industria del turismo porque ensucia las playas, atractivo principal de los vacacionistas.
Al participar en el cónclave, el diplomático también resaltó que ante las amenazas económicas, políticas, sociales y culturales que se presentan en el actual contexto, el multilateralismo tiene gran importancia, ya que fuera de los foros internacionales las posibilidades de incidencia efectiva se reducen.
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