Los residentes, huyeron de la región durante la reciente ola de violencia vinculada en parte a enfrentamientos entre comunidades y ataques de fuerzas radicales establecidas en la zona.
El alcalde de Ayorou, Moussa Douma, localidad ubicada a 200 kilómetros de Niamey donde miles de mujeres y los niños habían encontrado refugio, explicó a la Agencia France Presse (AFP), que algunos se fueron solos y otros se sumaron al plan de regreso.
La mayoría de los 18 mil 775 desplazados, de los que 13 mil 400 estaban en Ayorou y cinco mil 375 en Dessa, decidieron regresar a sus hogares, señaló, y que para asegurar la operación el Estado desplegó a las fuerzas armadas y proporciona combustible, alimentos y refugio.
El pasado domingo, el ministro del Interior de Níger, Hamadou Adamou Souley, informó que hubo una crisis y esta situación provocó la salida de varias personas de sus localidades hacia lugares más seguros, pero tras la calma y la paz, muchos están de vuelta.
De acuerdo con reportes locales, a finales de abril y principios de mayo se desarrollaron varios enfrentamientos violentos entre pastores nómadas fulani y djerma en las aldeas que bordean el río Níger, dejando varios muertos, heridos y muchos desplazados.
La violencia se registró principalmente en áreas administradas por las comunas de Dessa, Kandadji y Ayorou, paralelo a los enfrentamientos hubo asesinatos de aldeanos por presuntos yihadistas que también robaron ganado y exigieron impuestos.
La región de Tillabéri se encuentra en la llamada zona de las tres fronteras, limítrofe con Burkina Faso y Malí, donde radican grupos étnicos como Djerma, Fulani, Tuareg y Hausa, cuyas contradicciones por las tierras se acrecientan debido al alto costo de los alimentos y las situaciones climáticas que afectan las producciones, todo ello caldo de cultivo para grupos extremistas radicados en la región.
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