Los sismos tuvieron magnitudes de entre 1,5 y 3,8 grados en la escala abierta de Richter sin que se registraran daños a las infraestructuras ni pérdidas de vidas humanas.
Oeste, donde se sitúa esta capital, fue el más afectado, con 15 movimientos telúricos, seguido de Nippes, donde se reportaron 13, otros nueve en Grand Anse e igual cifra en el Sudeste.
Haití sufre recurrentes eventos de ese tipo al estar situado sobre la confluencia de varias fallas geológicas.
En 2022 la Oficina de Minas y Energía junto a la Unidad Técnica de Sismología contabilizaron más de mil 500 temblores, el mayor de ellos de 5,5 grados de magnitud, con una actividad intensa en el sur del país.
Para el geólogo Claude Preptit, las numerosas actividades sísmicas en esa región, afectada en 2021 por un terremoto de 7,2 de magnitud, sugieren la amenaza de un fuerte movimiento telúrico que podría acompañarse de un tsunami.
Expertos señalan que la presencia de fallas activas que atraviesan el norte y sur del país exponen a Haití a un importante riesgo, lo cual sumado a la vulnerabilidad de la población es capaz de provocar catástrofes como la ocurrida en 2010 cuando más de 200 mil personas perdieron la vida.
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