En tal sentido el directorio de la petrolera uruguaya, ANCAP, adopta medidas para encarar los problemas que trae consigo el sodio y los cloruros en el proceso productivo de la refinería de combustibles de La Teja.
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, dijo que se analiza traer agua del río Uruguay con las barcazas de la empresa y arrendar una planta potabilizadora de OSE para su tratamiento.
Stipanicic indicó que analizan todas la variables en contacto permanente con OSE y el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) a fin de evitar la necesidad de apagar la planta.
La instalación utiliza unos 200 mil litros de agua de OSE por hora para la producción de combustibles.
“El agua de OSE o de vías superficiales nunca fue un problema en Uruguay. En la historia del Uruguay es la primera vez que se da”, afirmó el directivo.
Indicó que la refinería necesita agua de calidad potable para ser tratada dentro de la planta para la producción de vapor.
“La conductividad eléctrica cuando sube, aumenta los fenómenos de corrosión en los equipos, en las calderas que generan vapor, y eso puede llevar a pinchaduras y salida de servicio de las calderas”, explicó al diario Caras y Caretas.
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