Citadas por el periódico Al Momento, ambas entidades refirieron que presentarán la solución a base de una mezcla de sargazo y residuos sólidos, los que serán procesados en la planta de valorización energética de Residuos Sólidos Urbanos, de la provincia San Pedro de Macorís.
Las sociedades explicaron que el 30 por ciento de esas macroalgas se convertirán en energía y destacaron que de esa manera “se garantizará una solución circular a los problemas del cambio climático, medio ambientales y económicos que afectan el país”.
Streamline Integrated Energy Corp y la SENER Ingeniería y Sistema (SAS) adelantaron que la planta ya está diseñada y tiene en su caldera la capacidad de procesar las algas marinas flotantes, mezcladas con los residuos sólidos.
SI-Energy Holdings Inc es una entidad formada en Delaware y registrada en Nueva York; Streamline Integrated Energy es el proyecto en la República Dominicana dirigido a desarrollar planes de conversión de basura en energía, a partir de tecnologías innovadoras.
La solución a la presencia a gran escala de esa especie en aguas dominicanas, se ha convertido en un tema priorizado por las autoridades por sus afectaciones a la economía nacional y personal, en especial de los pescadores.
El ministro de Turismo David Collado instó la semana pasada al Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo, reunido en Punta Cana, a buscar una solución conjunta al sargazo, con incidencia en países del Caribe.
Collado destacó la importancia de trabajar unidos en temas comunes y consideró que el remedio a este problema colectivo no podrá ser individual.
A mediados de este mes, el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) aplaudió la creación de la mesa multisectorial para la gestión integral de ese asunto, instalada por el ministerio dominicano de Medio Ambiente.
La citada Mesa tiene como ejes fundamentales la creación de un plan de manejo integral y sustentable del sargazo, que permita la aplicación de estrategias a corto, mediano y largo plazos.
También este mes, Santo Domingo logró el apoyo de los países miembros de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) para tratar esa situación como una emergencia regional, durante la Cumbre de ese organismo en Guatemala.
En la “Declaración de Antigua”, los jefes de Estado y/o Gobierno reconocieron el cambio climático como una de las mayores amenazas a la región, que pone en riesgo a sus habitantes y entorpece el desarrollo de la actividad económica de la que dependen millones de personas.
En ese sentido, se declaró el afloramiento del sargazo como una “emergencia”, por lo cual se fijó el compromiso de colaborar a fin de buscar alternativas.
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