A mitad de jornada, el 31,5 por ciento de los votantes convocados a los comicios legislativos ya concurrió a las sedes de votación, según datos del Ministerio del Interior, sobre la base de 16 mil 520 colegios electorales.
Su mayor contrincante es el líder del partido Syriza, Alexis Tsipras, que en 2015 encarnó la esperanza de la izquierda radical europea y quiere retomar las riendas del país, tras un primer período que duró hasta 2019.
Tras ejercer el sufragio en esta capital Mitsotakis dijo que “hoy se decide el futuro, para tener más y mejores trabajos, y un sistema de salud más eficiente”.
De su lado Tsipras instó a pasar la página de cuatro años difíciles y posibilitar un gobierno justo.
Las encuestas ubican en segundo a quien los analistas consideran un defensor de un modelo redistributivo basado en mayor apoyo a las clases media y baja; pero el exgobernante tiene en su contra la crisis económica interna del 2015 que colapsó al país.
Se prevé una fuerte abstención, tras el récord de 42 por ciento registrado en 2019, mientras los sondeos previos dan un 32,7 por ciento de votos para Nueva Democracia, y un 26 para Syriza.
Ese resultado no le permitiría, sin embargo, a la derecha gobernar en solitario, objetivo manifestado por Mitsotakis; en tal escenario, si no es posible formar un gobierno de coalición tal como predicen muchos analistas, se convocarán nuevos comicios a fines de junio o principios de julio.
Nuestro objetivo es tener la mayoría absoluta en la Asamblea de los Helenos (parlamento unicameral), que cuenta con 300 diputados, insistió el primer ministro conservador, de 55 años, en una entrevista con el diario To Vima.
En tercera posición con bastante distancia en la intención de voto se encuentra el Pasok-Kinal, una formación de centroizquierda que pudiera inclinarse por formar un Gobierno de coalición liderado por alguno de los dos principales candidatos, conforme a criterios de analistas.
La crisis económica, la polarización política y la falta de confianza en los dirigentes son los temas que más incertidumbre causan entre los votantes griegos.
Meses atrás la reelección de Mitsotakis parecía evidente basada en ciertos logros a nivel económico, estabilidad política, y rechazo a la migración; no obstante hoy el triunfo no está tan claro, según expertos.
Pero el accidente ferroviario en Lárisa (norte) trajo consigo mucho dolor y dejó entrever fisuras dentro del Ejecutivo que mostró pereza a la hora responder ante el siniestro y exigir responsabilidades a los culpables.
La oposición no lo dudó y acusó al partido Nueva Democracia por la grave colisión que costó la vida de 57 personas, el accidente más grave de tren del país del último siglo.
En 2019 Mitsotakis y su partido se impusieron a Syriza y los desbancaron del gobierno al sumar el 40 por ciento de las papeletas, un resultado que le permitió gobernar con mayoría absoluta durante los últimos cuatro años con una política de liberalismo económico y mano dura contra la inmigración.
Pero en agosto se destapó un escándalo de espionaje a políticos y periodistas que dañó aún más su imagen y generó acusaciones desde la oposición que habla hoy de «deriva autoritaria» en el ejecutivo.
A pocas horas de conocerse los resultados finales y con el partido Nueva Democracia como favorito, resta por ver si la formación política de Mitsotakis se alzará con la mayoría absoluta para gobernar en solitario, o si habrá nuevas votaciones en los próximos meses.
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