Leída en conferencia de prensa en la Casa Grande del Pueblo, (sede gubernamental) por la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, la misiva anuncia que el Estado Plurinacional se reservará el derecho de admisión de nuevos sacerdotes, mientras se elabore un nuevo acuerdo de relacionamiento con la Santa Sede.
“Consternado e indignado” se declara el mandatario en el texto ante los delitos sexuales cometidos por sacerdotes que salen a la luz en Bolivia desde que el periódico español El País dio a conocer el 30 de abril el contenido del diario del fallecido jesuita Alfonso Pedrajas (alias Pica).
En ese documento, el cura pederasta confesó que abusó sexualmente de al menos 85 menores, la mayoría en Bolivia.
Arce advirtió en su carta que esos “delitos deplorables y aberrantes” se mantuvieron “ocultos durante años, tiempo que transcurrió en aparente normalidad por el silencio cómplice de la estructura eclesial local, que encubrió los mismos con una inaceptable indiferencia e indolencia”.
Agregó que las investigaciones judiciales contra esas ilícitas avanzan, y advirtió que los comisores vivos de estos delitos y sus encubridores deben responder ante la justicia.
El dignatario parafraseó a Francisco al señalar que los abusos sexuales contra niñas, niños y adolescentes “representan la cancelación de la infancia” y “una llaga” para la sociedad y la Iglesia.
Arce expuso que su Administración tomó las medidas necesarias para evitar la impunidad de los responsables y para “impedir futuros hechos similares realizados al amparo, silencio y protección de algunos poderes sin conciencia religiosa ni humana”.
Al respecto informó al Papa sobre el anteproyecto de ley contra la impunidad de delitos pederastas, que establece la imprescriptibilidad de estos crímenes, aumenta la pena para quienes los encubren, además de prever la creación de una Comisión de la Verdad para el esclarecimiento de estas ilícitas.
En este contexto, el dignatario solicitó al Sumo Pontífice “la revisión conjunta, con nuestro Gobierno Nacional, de los antecedentes de los sacerdotes católicos extranjeros que actualmente se encuentran en el Estado Plurinacional de Bolivia”,
Advirtió sobre el particular que ningún cura “con antecedentes de abusos sexuales contra la niñez y adolescencia debe estar desempeñándose como educador o guía espiritual en nuestro país”.
El jefe de Estado pidió, además, “unir esfuerzos en todos los ámbitos para proteger a nuestra niñez, desde todas las instancias llamadas por ley a nivel gubernamental, pero también desde las instituciones religiosas”.
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