En el comunicado, publicado este martes en el sitio oficial de la Presidencia de la República, Mattarella señala que este atentado mafioso, ejecutado por la organización Cosa Nostra cerca de la ciudad siciliana de Palermo, significó “un nuevo ataque feroz y sangriento contra el Estado democrático”.
El 23 de mayo de 1992 a las 17:57 hora local miembros de esa agrupación delictiva volaron con una carga explosiva con una potencia de 500 kilogramos de TNT un tramo de la autopista A29, en la localidad de Capaci, donde murieron Falcone y su esposa, la también jueza Francesca Morvillo, así como tres policías integrantes de la escolta.
“Los primeros pensamientos del día de los caídos están dirigidos a estos testigos de la legalidad de la República, al tormento de sus familias” añadió el mandatario en relación con ese hecho, en el que también resultaron heridas otras 23 personas.
El jefe de Estado recordó que esa ola de violencia mafiosa “continuó, unas semanas después, con otro atentado devastador, en via D’Amelio de Palermo”, en referencia a la masacre del 19 de julio de 1992, donde murieron el magistrado Paolo Borsellino, y los policías Emanuela Loi, Agostino Catalano, Walter Cosina, Vincenzo Li Muli y Claudio Traina.
Tras esos hechos la lucha contra el crimen organizado “se ha convertido en una condición de civilización, parte indispensable de una ética compartida. La acción contra las mafias debe continuar con compromiso y determinación cada vez mayores”, enfatizó Mattarella.
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