Un comunicado del Ministerio para las Relaciones Exteriores subrayó que la responsabilidad en esa sensible materia ha sido demostrada año tras año “con el cumplimiento de todas sus obligaciones nacionales y multilaterales».
La nota consideró de “asombroso el cinismo” de quienes dieron refugio a terroristas confesos como Luis Posada Carriles y Orlando Bosch y que ahora pretenden calificar el compromiso de otros países en la lucha antiterrorista.
Manifestó que, durante los dos siglos de la Doctrina Monroe, sobran ejemplos de prácticas terroristas contra nuestra región que “han sido amparadas y alentadas” desde Washington.
El texto denunció que el uso de la coerción como política exterior, sin importar el impacto de sus medidas sobre vidas humanas, constituye en sí, una verdadera forma de terrorismo.
Expresó que un tercio del planeta sufre hoy del terrorismo económico, político y financiero de Estados Unidos, que “se ha convertido en un impedimento para el desarrollo y para la estabilidad mundial”.
La Cancillería señaló que la “infame Guerra contra el Terrorismo”, impulsada por Washington, demostró ser un doloroso fraude que costó a la humanidad cerca de 4,5 millones de muertes y pérdidas por alrededor de ocho mil millones de dólares.
Indicó que esa campaña mundial promovida por Gobiernos estadounidenses exacerbó la inseguridad global y alentó la proliferación de grupos extremistas que tienen el odio como bandera.
Al utilizar un tema tan sensible como el terrorismo para lanzar acusaciones infundadas de carácter político, la administración norteamericana demuestra su indolencia ante los millones de víctimas de este flagelo, enfatizó.
Venezuela reiteró el llamado a que Estados Unidos respete el derecho internacional y vuelva a la práctica de la diplomacia, con el fin de fortalecer la estabilidad y la paz mundial.
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