La entidad publicó el Informe de Estabilidad Financiera correspondiente al primer semestre de este año, donde señala que desde marzo se produjeron episodios de tensión en el sistema bancario de Estados Unidos y la Unión Europea.
Si bien estos hechos no tuvieron por ahora mayor repercusión en Chile, el banco decidió activar el denominado Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC), un dispositivo para garantizar la estabilidad ante posibles eventos adversos.
El RCC se forma con un determinado porcentaje del total de los activos calificados como de riesgo en bancos y otras instituciones, como depósitos a la vista o de ahorros que podrían ser extraídos en masa por los clientes o créditos para el consumo.
Significa esto que el requerimiento funciona como una especie de colchón para amortiguar una situación crítica y proteger la economía en su conjunto, a la población y los pequeños y medianos emprendedores.
El informe del instituto emisor chileno recalca que “persisten dudas en el mercado respecto al sistema financiero en las economías desarrolladas, lo cual se refleja en una elevada volatilidad y condiciones crediticias aún más restrictivas”.
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