Operación Cóndor: historias personales, memorias compartidas, es el título del texto coeditado por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).
En declaraciones a Prensa Latina, el coordinador del Programa de Derechos Humanos de la UTEM, Víctor Osorio, recordó que la década del 70 del siglo pasado los servicios de inteligencia de los regímenes militares se coordinaron para la represión, aniquilamiento y desaparición forzada de muchas personas.
Se trató de un proceso sistemático, deliberado, de practicar el terrorismo de Estado más allá de las fronteras, dijo, y expresó que el libro permite conocer los rostros humanos de las víctimas.
En un panel organizado en el auditorio del museo, el abogado y consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Francisco Ugás, señaló que el país firmó varios tratados internacionales y es su obligación la investigación, reparación a las víctimas y garantías de no repetición.
El pasado año, la Corte de Apelaciones de Santiago condenó a 22 represores por la Operación Cóndor y la sanción más elevada fue la de 20 años de prisión.
Fue una sanción muy tardía y que no se corresponde con la gravedad de los hechos, dijo.
La periodista y presidenta del directorio del Museo de la Memoria, Marcia Scantlebury, recordó que ella fue una víctima, resistente y sobreviviente del Plan Cóndor.
“Fue un período de horror. Las dictaduras estaban coordinadas para el horror”, dijo Scantlebury, quien sufrió torturas en Villa Grimaldi y otros centros de detención.
La UTEM realiza en estos momentos la quinta Semana de la Memoria Ronald Wood, joven estudiante de ese centro de estudios asesinado durante una manifestación el 20 de mayo de 1986.
Esta jornada incluye, además, la exposición de las arpilleras, manifestación de artesanía comunitaria surgida durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), una muestra del destacado artista Alejandro “Mono” González y la visita al Parque por la Paz Villa Grimaldi.
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