El 56 por ciento de los habitantes de esta capital y el 53 por ciento del vecino departamento de Canelones no utiliza el vital líquido que distribuye la empresa Obras Sanitarias del Estado (OSE).
Se trata de un agua mezclada con la obtenida en otras fuentes del Río de la Plata, con elevados niveles de cloruros y sodio.
Resulta una solución adoptada ante el déficit hídrico provocado por la persistente sequía, que menguó las fuentes tradicionales de agua dulce para una población que ronda los dos millones de habitantes.
Según Consultores, otro 14 por ciento de los capitalinos y 11 por ciento de canarios (de Canelones) decidieron beber menos del grifo ante las modificaciones del producto.
“En las regiones donde OSE incrementó la salinidad crecen drásticamente los cambios en el consumo de agua”, señaló Rafael Porzecanski, director de Opinión Pública y Estudios Sociales de Opción y que cita Montevideo Portal.
La crisis hídrica y en particular el agua salobre multiplicó aquí las ventas de agua embotellada en los comercios, mientras el gobierno la reparte en escuelas y abastece con pipas los principales hospitales públicos.
Están en marcha planes e inversiones para encarar la situación, que al final se solucionará cuando llueva con intensidad.
La víspera comenzaron precipitaciones que siguen hoy, aunque la deuda hídrica demanda de más lluvia.
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