En el enfrentamiento musical participaron los Tríos La Nueva Herencia, Herencia Huasteca y el violinista José Luis Gallardo, del municipio Jaumave, Estado de Tamaulipas, México y el quinteto Cuerdas y Voces del Llano y repentistas y parranderos de la Casa de la Décima Raúl Rondón, de Ciego de Ávila.
Descargas de treseros y laudistas, repentistas, tonadistas y parranderos, así como, canciones tradicionales del repertorio nacional e internacional, matizaron la jornada final con lo cual se reforzaron las relaciones entre ambos países.
Muy aclamado por el público presente fue la interpretación de la conocida canción La Bamba, en la cual se fusionaron los ritmos con el acorde de instrumentos de las agrupaciones cubanas y mexicanas para lograr un hermanamiento entre las dos culturas.
La víspera en la sede provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba participantes mexicanos y cubanos dialogaran sobre las tradiciones culturales campesinas de Latinoamérica y la importancia de cuidar y proteger ese patrimonio de las zonas rurales.
Musicólogos, cultores y especialistas dialogaron acerca del verso oral, la décima, el punto y la música tradicional, los que tienen muchos puntos de contactos entre las dos naciones.
La musicóloga avileña, Miraima García, reflexionó sobre la importancia que tiene la música campesina para el patrimonio cultural popular de la región y como reinventar estrategias para su resistencia y preservación activa, ante los cambios derivados de la globalización y las mediaciones que imponen los medios digitales en la actualidad.
El músico, violinista y director del trío La Nueva Herencia, José Luis Gallardo, manifestó sentirse muy complacido con el resultado del encuentro y su visita a la tierra avileña, donde recibieron buena acogida por parte de los directivos y público avileño.
“Nos vamos muy contentos porque vimos con cuanto amor acogió el pueblo cubano nuestros Huapangos Huastecos y otras melodías del Estado Tamaulipas, son ritmos auténticos de nuestros campos”, destacó.
“En Ciego de Ávila tengo buenos amigos, que desde hace tiempo compartimos saberes, pues nos une el gusto por la música campesina, es la forma que tenemos de expresar lo que sentimos a través de las décimas y las canciones”, expresó.
Resaltó el trabajo que realiza la Casa de la Décima Raúl Rondón para formar a niños y adolescentes poetas y repentistas, ellos son la continuidad de la tradición.
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