Dicho texto, que abarca 99 páginas, aumenta el techo durante dos años, fortalece los requisitos de trabajo en los programas federales de asistencia pública y rescinde aproximadamente 28 mil millones en fondos de Covid-19 que no se utilizaron.
Asimismo, limita el gasto en defensa a 886 mil millones para el año fiscal 2024, en línea con la solicitud de presupuesto para ese rubro de Biden de principios de este año, y 895 mil millones para el año fiscal 2025.
La atención médica de los veteranos se financia con 121 mil millones para el año fiscal 2024, mientras que otros programas discrecionales que no son de defensa obtienen 637 mil millones.
También rescinde 1.4 mil millones en fondos que fueron asignados al Servicio de Impuestos Internos como parte de la Ley de Reducción de la Inflación, que los demócratas aprobaron el verano pasado.
La publicación de este proyecto inicia oficialmente el reloj de la regla de las 72 horas, que otorga a los representantes al menos tres días para revisar un proyecto de ley antes de votarlo.
Se espera que la Cámara vote el proyecto de ley el miércoles y luego se envíe al Senado para su consideración.
Pero los líderes demócratas y republicanos primero tendrán que reunir suficiente apoyo para que la legislación sea aprobada en el ente legislativo, una tarea que podría volverse más complicada a medida que liberales y conservadores expresan sus preocupaciones.
Tras confirmarse el pacto entre el presidente Joe Biden y McCarthy en la noche del sábado, congresistas de ambos lados del pasillo tuvieron criterios encontrados.
Los desacuerdos vinieron, principalmente, del ala conservadora de la Cámara Baja, donde representantes como Dan Bishop, Chip Roy y Ken Buck expresaron que “no les gustaba el acuerdo”.
“La conclusión es que Estados Unidos tendrá una deuda de 35 billones de dólares en enero de 2025. Eso es completamente inaceptable”, tuiteó Buck.
El representante Ralph Norman, miembro del conservador Caucus de la Libertad escribió en Twitter que “este acuerdo es una locura. No voy a votar para llevar a nuestro país a la bancarrota. El pueblo estadounidense merece algo mejor”.
Por su parte, algunos demócratas se mostraron frustrados por disposiciones como los requisitos de trabajo reforzados para los programas de asistencia pública.
La representante Pramila Jayapal, quien preside el Caucus Progresista del Congreso, señaló que el liderazgo demócrata no debería contar con el apoyo del grupo todavía.
“Sí, tienen que preocuparse”, dijo Jayapal a la CNN cuando se le preguntó si el líder de la minoría, Hakeem Jeffries, podrá contar con su grupo.
En tanto, el senador conservador Mike Lee amenaza con utilizar maniobras de procedimiento para retrasar su aprobación.
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