Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) muestran que el porcentaje de la población que consume tabaco en la región se redujo del 28 al 16,3 por ciento entre los años 2000 y 2020.
Sin embargo, actualmente la industria tabacalera y sus aliados “propagan mucha información engañosa que promociona, especialmente entre los jóvenes, el uso de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado”, señaló el doctor Jarbas Barbosa, director de la organización.
El directivo mostró su preocupación ante el hecho de que, aunque ocho países de las Américas han prohibido la comercialización de cigarrillos electrónicos y cuatro de productos de tabaco calentado, otras 14 naciones no han tomado ninguna acción regulatoria al respecto, acotó.
Según los expertos los cigarrillos electrónicos son la forma más común de los sistemas de administración de nicotina.
Sus emisiones contienen nicotina y otras sustancias tóxicas que son nocivas tanto para los usuarios como para quienes están expuestos a ellas.
Para enfrentar la amenaza cada vez mayor que representan estos productos para la salud, Barbosa consideró fundamental que los países pongan en marcha políticas para evitar su consumo, principalmente entre los jóvenes, ya que pueden convertirse en la puerta de entrada al consumo de tabaco que cada año mata a un millón de personas en las Américas.
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