Elaborada a través de negociaciones entre el mandatario del país, Joe Biden, y el presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, la norma recibió luz verde esta noche en una votación bipartidista de 314-117 y ahora se dirige al Senado.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtió que Estados Unidos podría quedarse sin efectivo para honrar sus cuentas antes del 5 de junio, una situación capaz de conducir al país a su primer incumplimiento.
La denominada Ley de Responsabilidad Fiscal incluye dos años de topes en el gasto federal no militar y dispone de un aumento de uno por ciento para 2025, al tiempo que implementa una serie de medidas de reducción de costos y una recuperación de miles de millones de dólares de fondos destinados al combate de la Covid-19, pero no usados.
De acuerdo con un análisis del diario The Hill, la aprobación de la legislación significó una victoria para Biden, quien logró el objetivo de los demócratas de dejar cualquier aumento futuro del límite de deuda más allá de las elecciones presidenciales de 2024.
Ambos bancadas, sin embargo, vieron su parte de oposición a la propuesta, con 71 republicanos y 46 demócratas votando en contra del proyecto.
Algunos liberales, como el representante Jim McGovern y Pramila Jayapal, manifestaron su descontento con la introducción de nuevos requisitos para el acceso a los programas de asistencia federal, lo que, según dijeron, perjudicaría a las familias más pobres del país.
También los republicanos mostraron su insatisfacción con la norma y más de 30 de ellos declararon oficialmente que se opondrían a su autorización por considerar que debió incluir recortes más severos al gasto social.
Según señaló The Hill, la aprobación del proyecto aumentó las posibilidades de que McCarthy, quien luchó por su presidencia durante 15 votaciones en enero pasado, enfrente un desafío a su liderazgo por parte de conservadores descontentos que se sintieron traicionados, tras el acuerdo alcanzado con la Casa Blanca.
Una vez autorizada por la Cámara de Representantes, el Senado debe dar asimismo su anuencia a la propuesta antes que la firme el presidente.
El líder de esa instancia, Chuck Schumer, expresó que los senadores deben estar preparados para hacer avanzar el proyecto.
“O procedemos rápidamente y enviamos este acuerdo bipartidista al escritorio del presidente o el gobierno federal entrará en default por primera vez”, dijo, después de alertar a principios de esta semana sobre posibles votaciones a efectuarse el viernes y quizás incluso el fin de semana.
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