Grandes volúmenes de metanfetamina se producen y trafican desde y hacia la región, mientras que la producción de ketamina y otras drogas sintéticas se expande, detalla el texto divulgado por Naciones Unidas.
Los grupos del crimen organizado anticipan, se adaptan y tratan de eludir lo que hacen los gobiernos de la región conocida como el Triángulo Dorado, área fronteriza entre Tailandia, Laos y Myanmar.
De acuerdo con la Unodc, estas organizaciones enviaron en 2022 grandes volúmenes de drogas sintéticas a través de Laos y el norte de Tailandia e impulsaron el suministro a través del centro de Myanmar hasta el mar de Andamán.
La región del denominado Triángulo Dorado ha sido una de las áreas productoras de opio más grandes del mundo desde 1950.
Sin embargo, desde la segunda década de los 2000 los grupos criminales comenzaron a fabricar gran parte de las drogas sintéticas que se consumen por todo el mundo.
En 2020, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estimó en 56 mil millones de euros el valor del mercado de la metanfetamina en el sur y este de Asia, casi cuatro veces más que hace solo una década.
rgh/amb/ebr