Al menos nueve personas fueron asesinadas el jueves luego de conocerse la sentencia de dos años de cárcel para el político opositor, Ousmane Sonko, lo cual podría dejarlo fuera de las elecciones presidenciales de 2024.
Tras las protestas masivas, asesinatos y la represión de las fuerzas castrenses, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, condenó la violencia e instó a todos los involucrados a actuar con moderación, informó un portavoz.
La Unión Africana, por su parte, condenó enérgicamente esos actos e instó a los líderes a evitar acciones que «empañan el rostro de la democracia senegalesa, de la que África siempre ha estado orgullosa».
La Comunidad de Estados de África Occidental también pidió a todas las partes que «defiendan la loable reputación del país como bastión de la paz y la estabilidad».
Sonko fue condenado en ausencia, por corromper a una joven,aún no ha sido puesto bajo custodia por su pena de prisión, lo que probablemente provoque más tensiones en un caso que ha dividido profundamente a Senegal, considerada un bastión de estabilidad en África Occidental.
Después de la peor violencia política en años el jueves, las tensiones se mantuvieron altas el viernes, con enfrentamientos esporádicos reportados en la capital y soldados desplegados en las calles.
Agencias de prensa, aseguran que las calles de la capital estaban en gran parte desiertas, mientras el gobierno reconoció que restringió el acceso a redes sociales como Facebook, WhatsApp y Twitter para frenar la difusión de mensajes de odio y subversivos.
Desde 2021, cuando Sonko fue arrestado inicialmente, acusado de violación y de amenazar a muerte a una empleada de un salón de belleza, pero el tribunal lo absolvió de esos cargos y lo condenó por corrupción de una menor de 21 años, lo cual, según el código electoral, el veredicto parecería dejarlo inelegible para las elecciones del próximo año.
El gobierno y la oposición se culpan mutuamente por la violencia desatada en el país.
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