Jesús León García, secretario general de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) en Caborca, aseguró que desde que inició el conflicto el 27 de abril han cesado a ese número de empleados por ser simpatizantes del movimiento o haber manifestado intención de afiliarse al sindicato minero que lidera el senador Napoleón Gómez Urrutia.
En contraste, Penmont condiciona el regreso a quienes se reafilien y sigan con el sindicato patronal Frente de Carlos Pavón, “conocido entre los mineros como La Marrana, porque se prestó a la traición en el gobierno de Felipe Calderón para acabar con el sindicato minero”, señaló Óscar Alzaga, asesor jurídico de la organización gremial.
Esto atenta contra la libertad sindical que marca la ley laboral y el T-MEC, enfatizó León García.
Añadió que han notificado de su despido a un número reducido de trabajadores, pero a la mayoría de manera verbal, “diciéndoles que ya no los ocupan” en la mina.
Alzaga mencionó que se argumentó que los despidos fueron porque no asistieron a trabajar, cuando en realidad la empresa realizó un paro de labores, que no fue avalado por la autoridad del ramo. Por ello, dijo, ya tramitaron demandas.
Juan Linares, integrante de la CIT, añadió que incluso Penmont suspendió el transporte que lleva al personal a las instalaciones de La Herradura, cuyo tiempo de viaje es de alrededor de una hora y media.
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