Así lo declararon miembros de las 88 organizaciones convocadas por la Red Socioambiental y la Coordinadora Popular Nacional, en ocasión de conmemorarse este lunes el Día Mundial del Medioambiente.
La movilización reunió a sectores campesinos, sindicales, estudiantiles, feministas, ambientalistas y poblaciones afectadas por programas que, a decir de los participantes, “hacen más daño que bien”.
Uno de los principales motivos de la marcha hasta la sede ejecutiva fue el encarecimiento del agua potable y la cercanía de fuentes acuíferas en zonas de concesión minera.
Los manifestantes exigieron el cese definitivo del proyecto hidroeléctrico Las Placetas, en San José de Las Matas y La Sierra; la cancelación de la explotación de oro en loma Romero, San Juan de la Maguana; así como la paralización de las exploraciones mineras en Restauración y la Línea Noroeste.
De la misma forma, pidieron al Gobierno acciones concretas para proteger a las familias amenazadas por la presa de cola El Llagal y la contaminación generada por la empresa Barrick Gold.
Entre otras demandas, reclamaron la reubicación de la hidroeléctrica Dos Ríos y la recuperación de la reserva natural laguna de Saladillo, entre las localidades de Montecristi y Dajabón; el combate a la contaminación de punta Catalina y la declaración de loma Miranda como parque nacional.
El Manifiesto Dominicano del Día Mundial del Medio Ambiente denunció, además, supuestos fraudes inmobiliarios y la destrucción de manglares en el proyecto Bucanye, en Pedernales.
También instó a la reubicación de agricultores que aun cultivan en áreas del Parque Nacional Los Haitises, en tanto dejó muy claro el rechazo a los permisos ambientales «ilegales y abusivos».
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