El titular del Legislativo, Nabih Berri, llamó a los 128 diputados a participar en la jornada de votación número 12, en busca de designar al próximo jefe de Estado para los siguientes seis años.
La convocatoria de la semana entrante sucederá en medio de la insistencia de bloques parlamentarios, políticos, movimientos y líderes religiosos de no desperdiciar más tiempo y acudir a la vía del diálogo para poner fin al vacío de poder.
Ayer, el representante Michel Moawad anunció en conferencia de prensa la retirada de su candidatura a la presidencia de la República, para respaldar la nominación del exministro de Finanzas Jihad Azour.
En este contexto, el líder de la Corriente Patriótica Libre, Gebran Bassil, confirmó su apoyo a la postulación de Azour, en tanto el dúo chiita de Hizbulah y el movimiento Amal junto a un grupo de diputados sunitas e independientes respaldan a Suleiman Franjieh.
A propósito de la candidatura de Azour, el miembro del bloque parlamentario Lealtad a la Resistencia Hassan Fadlallah insistió en la necesidad de encontrar consensos para elegir un presidente de la República, lejos de la imposición y el enfrentamiento.
El diputado por Hizbulah aseguró que el candidato del desafío y la confrontación no llegará al Palacio de Baabda, pues la oposición no podrá imponer su nominado al resto de los libaneses, ni en lo político, ni constitucionalmente, ni a través de los medios de comunicación.
Ningún candidato de la comunidad cristiana maronita recibió el respaldo de la mayoría parlamentaria en la undécima sesión del pasado 19 de enero, en una repetición de las anteriores desde el inicio de las convocatorias a fines de septiembre.
Bajo un gobierno interino de limitados poderes constitucionales y a la luz de la peor crisis económica de su época moderna, Líbano intenta designar al jefe de Estado número 14 después de la independencia, tras la conclusión del mandato de Michel Aoun, el 31 de octubre.
jf/yma