La nueva capacidad de rayos X podría encontrar una amplia aplicación en la investigación médica y ambiental, así como en el progreso de baterías y dispositivos microelectrónicos.
En las instalaciones de rayos X más poderosas del mundo, los científicos pueden analizar muestras tan pequeñas que contienen solo 10 mil átomos, en tanto los tamaños más diminutos resultan extremadamente difíciles de lograr.
Según Saw Wai Hla, físico del Laboratorio, “desde el descubrimiento de los rayos X en 1895, los investigadores no han podido detectar y analizar un solo átomo. Ha sido un sueño de los científicos poder hacerlo durante décadas. Ahora podemos».
Estudiar un átomo a la vez revolucionará las aplicaciones de rayos X a un nivel sin precedentes, desde la tecnología de la información cuántica hasta la investigación médica y ambiental, dijo Hla.
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