Fue la víspera en áreas del Batallón de Infantería número 14 en el departamento de Canelones, que funcionó como centro de tortura y detención durante aquel régimen de terror que cobró vidas desde la década de los 60 y concluyó en 1985.
El presidente del Instituto Nacional de Derechos Humanos (Inddhh), Wilder Tyler afirmó, luego de inspeccionar la zona del descubrimiento, «cautelada desde hace dos años», que se trata de un cráneo y otras partes óseas.
El suceso fue corroborado por Elena Zaffaroni, integrante de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, agrupación que no pierde las esperanzas de encontrar a los hasta ahora 192 uruguayos en destino desconocido por la represión.
«El trabajo va a llevar muchísimas horas. Yo creo que días», consideró Tyler, quien añadió que los antropólogos laboran para «extraer todo».
Adelantó que la identificación llevará más tiempo, pues de seguro habrá que recurrir a pruebas de ADN.
En el sitio, en cuyas cercanías antes hubo otras excavaciones, estuvieron el ministro de Defensa Nacional, Javier García, y el fiscal de Delitos de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe.
Sin embargo, Zaffaroni advirtió que el lugar no corresponde con la zona donde en 2011 fue encontrado el cuerpo del maestro Julio Castro en 2011, y un año después los restos del trabajador Ricardo Blanco, ambos enterrados en fosas clandestinas en la sede del Batallón 14 del Ejército uruguayo.
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