“Pese a los años y después de haber vivido un calvario por el trauma que aun sigue teniendo este señor, porque ahora ya es mayor de edad, decidió presentar su denuncia correspondiente”, afirmó en declaraciones al canal estatal Bolivia Tv la representante del Ministerio Público.
Luego de 35 años, la víctima relató ante la Fiscalía que sufrió agresiones sexuales del religioso de manera reiterada cuando solo tenía 15 años.
Advirtió que al denunciar en su momento estas acciones ante algunas monjas de la parroquia, fue “acusado de mentiroso” y expulsado cuando quería hacer su primera comunión.
Frente a estas aseveraciones, Gutiérrez aseveró que se activó la investigación y se recolectaron los indicios hasta dar con el paradero de monseñor Otto, quien será sometido a una audiencia cautelar en las próximas horas, porque se hallaron elementos que lo señalan como autor del delito de abuso deshonesto.
“Realizadas todas las investigaciones, se hace una recolección de todas las evidencias (…), vemos que hay suficientes indicios de que este sacerdote es, con probabilidad, autor del delito de abuso deshonesto, en este sentido se ha presentado la imputación formal”, dijo la fiscal.
Este sacerdote es el segundo de la Iglesia católica involucrado en este tipo de vejámenes contra menores de edad que son investigados y puestos a disposición de un juez cautelar en Tarija.
Con anterioridad, fue aprehendido el cura de la parroquia de San Roque, Milton Murillo, ahora detenido preventivamente en la cárcel de Morros Blancos.
A medida que transcurren los días surgen más acusaciones en Bolivia contra sacerdotes de diversas órdenes comisores de crímenes sexuales contra niños, niñas y adolescentes.
Engrosan la lista los fallecidos Alejandro Mestre, Alfonso Pedrajas (alias Pica), Antonio Gausset (Tuco), Carlos Villamil (Vicu), Luis Roma (Lucho), Francisco Pifarré (Pifa) y Jorge Vila.
Otros encartados por encubrimiento son Francesc Peris (Chesco), Marcos Recolons y Ramón Alaix.
Las pesquisas sobre el escándalo tienen como trasfondo la revelación en un diario íntimo de al menos 85 delitos de este tipo por parte del cura pederasta Pica Pedrajas, la mayoría en Bolivia.
Tales abusos fueron desvelados el 30 de abril en una amplia investigación periodística escrita para el periódico El País, de España, por Julio Núñez, y su onda expansiva originó en Bolivia una investigación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial sobre el encubrimiento de otros clérigos a las ilícitas de “Pica”, fallecido en 2009.
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