En un comunicado el director de Conservación y Política Pública Federación Costarricense de Pesca FECOP, Damián Martínez, explicó que el océano cubre más del 70 por ciento de nuestro planeta, produce aproximadamente la mitad del oxígeno que respiramos, también alberga una gran biodiversidad y proporciona alimento para millones de personas en todo el mundo.
Desempeña también un papel clave en la economía mundial, ya que se estima que para 2030 habrá alrededor de 40 millones de empleos relacionados con los océanos. Sin embargo, a pesar de sus innumerables beneficios, el océano enfrenta amenazas sin precedentes.
La sobreexplotación de los recursos marinos conlleva al agotamiento de comunidades de peces depredadores o a la destrucción de la mitad de los arrecifes de coral debido a presiones locales como el desarrollo costero insostenible y la disminución de la calidad del agua. Estamos agotando más de lo que el océano puede regenerar, puntualizó.
Para abordar estos desafíos, debemos trabajar juntos para restaurar los paisajes marinos y encontrar un equilibrio sostenible, afirmó.
Este año, el tema del Día Mundial de los Océanos 2023, enmarcado en el Decenio de Ciencias Oceánicas de la ONU, es «Planeta oceánico: las corrientes están cambiando».
Este día nos recuerda el irreemplazable papel de los océanos en nuestra vida cotidiana, como reguladores climáticos del planeta, fuente crucial de alimentos, medicinas, y una parte fundamental de la biosfera.
En Costa Rica, dijo Martínez, podemos buscar esa sostenibilidad abordando la reducción de las amenazas a la biodiversidad marina, como la contaminación y vertidos de desechos, destrucción de hábitats costeros, especies invasoras y la pesca ilegal, no regulada y no reportada (pesca Indnr), la cual tiene un impacto devastador en nuestros océanos.
La pesca Indnr no solo agota las poblaciones de peces, sino que también daña los ecosistemas marinos y afecta negativamente a las comunidades costeras que dependen de los recursos pesqueros. Es imperativo que se implementen políticas y regulaciones más estrictas para combatir esta práctica y promover la pesca sostenible, agregó.
Otra forma que en la que se puede abordar el tema marino, opinó, es a través del impulso la economía azul, un enfoque que busque la sostenibilidad y el desarrollo económico en el ámbito marino. Es ahí donde la pesca turística y deportiva puede desempeñar un papel fundamental en esta transición.
Al promover una pesca responsable y regulada, se puede garantizar la conservación de las especies marinas y sus hábitats, al mismo tiempo que se brinda a las comunidades costeras una fuente de ingresos sostenible, consideró el especialista.
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