Castagnino afirmó que el río Santa Lucía, que nutre al embalse de San Severino, principal fuente de abasto, está aportando mayor caudal, al parecer por el escurrimiento de lluvias caídas la semana anterior.
OSE evita los cortes de agua, entre otros motivos por mantener el servicio, resguardar la higiene de la red, evitar roturas y como prevención ante la eventualidad de incendios.
Apuntó que se trata de un escenario cambiante y de pronóstico móvil, aunque de preocupación permanente.
No obstante –abundó- nos preparamos para lo peor y por ello se hacen perforaciones de pozos en distintos puntos de la capital y el departamento de Canelones, además de obras adicionales en el río Santa Lucía y el San José, su mayor afluente.
En su intervención destacó que la mayoría de los hospitales públicos de la capital están recibiendo agua extraída de pozos y suministrada por camiones cisternas.
Añadió que OSE hizo un pedido nacional de transportes de ese tipo, pero aclaró que deben estar certificados para cargar agua.
El directivo aseguró que en la capital bajó el consumo del vital líquido, algo que adujo a la toma de conciencia de la población, aunque reconoció que OSE bajó la presión de agua en algunos barrios para evitar roturas y encarar las existentes.
Apuntó que en la mesa hay dos proyectos para solucionar la actual crisis. Uno es la construcción de la presa de Casupá, para tener reservas de agua bruta para el servicio corriente.
Y el de Arazatí, que contempla una planta potabilizadora a fin de abastecer a Montevideo y que la ciudad no quede sujeta a una sola fuente de suministro.
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