Según voceros, la contrariedad genera zozobra entre los productores salvadoreños, principalmente por el inicio irregular de la temporada de lluvia que mantiene en estrés a varios cultivos, entre ellos los de caña de azúcar.
Pese a ser muy resistente, el de caña de azúcar puede ser afectado por largos periodos sin lluvias, como sequías o canículas, que terminan afectando las plantas.
El azúcar de caña es uno de los productos de mayor exportación en El Salvador, pese a que su venta al exterior ya disminuyó en la zafra 2022-2023.
El Consejo Salvadoreño de la Agroindustria Azucarera (Consaa) indicó que la cosecha azucarera dejó de llevar a los almacenes del país alrededor de 42 mil toneladas (unos 422 mil 410 quintales) cuando los centrales produjeron solo 17.13 millones de quintales de azúcar, un 2.4 por ciento menos que en la zafra anterior.
El dulce es uno de los principales productos de exportación salvadoreño, solo superado por las camisetas y los suéteres, pero en los cuatro primeros meses del año fue el más vendido con un aporte de 155.15 millones de dólares.
El director ejecutivo de AAES, Julio César Arroyo, señaló que tienen reportes de estrés hídrico de cultivos de caña en el país, lo cual puede ser una advertencia de que la producción podría bajar para el ciclo 2023-2024, aunque añadió que “todavía es muy temprano” para darlo por hecho.
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