Lozoya está en proceso judicial por numerosas causas de malversación de decenas de millones de dólares que, según sus abogados, eran de conocimiento y autorización de Peña Nieto, y exigen al gobierno que este sea juzgado por los mismos delitos que su defendido.
En el caso de Collado, el gobierno de Andorra investiga los orígenes de su fortuna y si la obtuvo como testaferro del exmandatario del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Collado está preso en México desde hace cuatro años y en estos momentos está ingresado en el Instituto Nacional de Cardiología presuntamente por problemas de salud, de lo cual no se han dado detalles.
Según las investigaciones del gobierno de Andorra, pequeño país europeo que tomó como centro de operaciones y desde donde se sospecha también lavaba dinero, el abogado era asiduo en España, Francia, Suiza e Italia en hoteles de lujo, restaurantes de alta cocina, estéticas especializadas en tratamientos de belleza y rejuvenecimiento y de las joyerías más exclusivas.
Solamente en esas extravagancias y vida muelle gastó más de un millón 100 mil dólares en siete años hasta 2015, última fecha de registro de las investigaciones públicas de Andorra.
En México está preso desde el 9 de julio del 2019 acusado de varios delitos de corrupción y blanqueo de capitales, pero es en Andorra donde sus finanzas están siendo sometidas a un exhaustivo escrutinio por parte de las autoridades judiciales y policiales porque fue allí donde tejió su red de corrupción y blanqueo con Peña Nieto en el poder.
Señalan que su centro operativo era la Banca Privada de Andorra, un operador financiero que fue puesto bajo vigilancia por los controladores europeos tras detectarse numerosos casos sospechosos de blanqueo de dinero procedente de actividades ilícitas, como tráfico de drogas, corrupción política, venta de armas y regularización de capitales originados por la explotación laboral y sexual de mujeres.
La policía del país europeo sospecha que no todos los gastos que ahí se reflejan eran del abogado, sino también de políticos mexicanos, entre ellos el propio Peña Nieto.
El periódico español El País sostiene que los investigadores andorranos sospechan que Collado pudo haber sido testaferro además del exgobernador de Quintana Roo Mario Villanueva (PRI), el exlíder sindical de Pemex Carlos Romero Deschamps, y Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos.
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