Luego de la aplicación del Plan de Control Territorial y el régimen de excepción, agentes de la Policía Nacional Civil devolvieron la esperanza a miles de familias que tuvieron que abandonar sus hogares, los cuales fueron ocupados por los pandilleros.
Los grupos delictivos durante años de asesinar, extorsionar y amenazar a los habitantes de las comunidades, también usurparon viviendas, obligando a sus propietarios a desplazarse hacia diferentes zonas de menor riesgo, dijeron moradores.
“Gracias al Plan de Control Territorial se han recuperado más de siete mil casas en todo el país. Los lugares que fueron ocupados para delinquir, ahora son el patrimonio de una familia”, afirmó la ministra en su cuenta oficial de Twitter.
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