Un reporte de esa organización, divulgado este lunes en el sitio digital informativo del canal televisivo Sky TG24, señala que esa alta cifra de necesitados obedece en gran medida a la inflación alimentaria en esta nación europea que “alcanzó su nivel más alto en 40 años”.
Entre quienes demandan asistencia, debido a la carencia de recursos para sostenerse, se encuentran además unos 356 mil ancianos mayores de 65 años, 90 mil personas sin hogar, así como alrededor de 34 mil discapacitados, apunta el documento.
El análisis, que recoge datos aportados por el Fondo de Ayuda Europea contra la Pobreza (FEAD), asegura que en los últimos 12 meses fue necesario destinar en Italia unas 92 mil toneladas de alimentos para comedores de indigentes y paquetes de ayuda a los mismos.
En tres años “el número de personas que han pedido ayuda para comer ha aumentado en un millón”, de las que un 64,0 por ciento habitan en el Sur, mientras poco más de la quinta parte se encuentra en las regiones del norte, y alcanza unos 15,0 puntos el porcentaje de los residentes en zonas del centro del país, agrega la fuente.
El pasado 28 de marzo el Centro de Estudios de la Unión de Empresas de Italia (Unimpresa), reveló que enfrentan riesgo de pobreza 8,2 millones de personas en este país europeo.
De acuerdo con esa investigación, en 2022 creció hasta 6,5 millones la cantidad de trabajadores que perciben bajos salarios y ascendieron a 1,7 millones los desocupados.
Los expertos de esa institución citan una encuesta realizada por Nomisma, empresa de consultoría con sede en la norteña ciudad de Bolonia, la cual señala que el 13,0 por ciento de las familias italianas considera sus ingresos insuficientes para satisfacer las necesidades básicas de comida, alquiler y otros, dado el alto costo de la vida.
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