El magnate fue acusado la semana pasada de 37 delitos graves federales, incluida la retención deliberada de información de defensa nacional, hacer declaraciones y representaciones falsas y conspiración para obstruir la justicia.
Trump, quien sostiene poseer derechos sobre los documentos y se considera víctima de una persecución política, será procesado esta tarde (hora local) junto con su coacusado y ayudante, Walt Nauta, de 40 años.
Hasta el momento, no se espera que haga ningún comentario público en el juzgado, y está programado que pronuncie un discurso en su propiedad en Bedminster, Nueva Jersey, esta misma noche.
El jefe de policía de Miami, Manny Morales, dijo citado por la cadena de noticias NBC News que la ciudad se preparó para la posibilidad de que miles de manifestantes se presenten en el juzgado y se ha estado coordinando con socios federales, estatales y locales “para garantizar que se mantenga paz y el orden”.
La acusación dice que el reclamo de Trump sobre los documentos expiró en el momento en que dejó el cargo, pero que intencionalmente se aferró a los de alto secreto y otros clasificados, en algunos casos durante más de un año y medio después de abandonar la Casa Blanca.
Alega que mantuvo un tesoro de material sensible incluso después de que recibió una citación para su devolución y que engañó a sus abogados haciéndoles creer que todos habían sido devueltos.
Los documentos “incluían información sobre las capacidades de defensa y armas de Estados Unidos, programas nucleares, vulnerabilidades potenciales y planes para una posible represalia en respuesta a un ataque extranjero”, plantea la acusación, entre otras cuestiones.
También trató de manera descuidada esos expedientes, a veces manteniéndolos en el escenario en el salón de baile de su resort de Florida y en un baño al lado de un inodoro, abunda la imputación.
Añade la acusación formal que durante el período en que Trump mantuvo los documentos de su propiedad de Mar-a-Lago en Palm Beach, el club “organizó más de 150 eventos sociales, incluidas bodas, estrenos de películas y eventos para recaudar fondos que, en conjunto, atrajeron a decenas de miles de invitados”.
También cuestiona la afirmación del exgobernante de que los pliegos fueron asegurados por su servicio secreto, alegando que los agentes no tenían idea de que los documentos estaban allí.
“Trump no informó al Servicio Secreto que estaba almacenando cajas que contenían documentos clasificados en el Mar-a-Lago Club”, refirieron los fiscales.
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