Durante la jornada, al igual que en la anterior, el mandatario se reunió con los embajadores de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y el jefe de la delegación permanente de la UE en Serbia, destacó la televisión en esta capital.
El comandante del contingente de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) en Kosovo y Metohija (KFOR), el general Michele Ristuccia, también llegó a Belgrado para reunirse con Vučić, conversación que el líder serbio calificó de correcta en las redes sociales.
Hablé con representantes de Quinta y de la UE y les pedí que hicieran todo lo posible y no dejaran que el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti provoque una nueva guerra en los Balcanes, escribió Vucic, adjuntando una foto de la reunión.
Las autoridades de Pristina prohibieron el miércoles pasado la entrada de todo el transporte de mercancías y el suministro de bienes desde el centro de Serbia y reforzaron el control y la inspección de todos los automóviles con matrícula serbia.
Al respecto, Vučić señaló que quieren dejar a los serbios sin alimentos ni medicinas en el norte de Kosovo.
La situación en los municipios serbios del norte de Kosovo y Metohija se agravó el 26 de mayo, después de que las fuerzas especiales de la policía de Kosovo ocuparan edificios administrativos en los municipios de Zvecan, Zubin Potok y Leposavić.
Ese día, las fuerzas de seguridad intentaron asegurar la toma de posesión de los jefes de los municipios que ganaron las elecciones, y boicoteadas por la población serbia.
Mientras, el 29 de mayo, la Fuerza del bloque militar en Kosovo acordonó los edificios gubernamentales, lo que provocó protestas de los residentes locales, que luego se convirtieron en enfrentamientos.
De acuerdo con el presidente Aleksandar Vučić, más de 50 serbios acudieron al hospital Kosovska Mitrovica en busca de ayuda.
La misión de la OTAN anunció más de 20 soldados heridos, entre ellos miembros de los contingentes italianos y húngaros de la KFOR.
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