Un comunicado divulgado por el Ministerio para las Relaciones Exteriores denunció que una vez más, se busca instrumentalizar un “tema sensible” con fines políticos para atacar al Gobierno bolivariano sobre bases infundadas.
El texto afirmó que las medidas coercitivas ilegales y unilaterales implementadas por el Gobierno estadounidense contra la nación sudamericana, tienen como fin “causar el máximo daño a la población venezolana”.
Y en ocasiones, subrayó, constituyen un incentivo para la migración de personas vulnerables al flagelo de la trata.
A la República Bolivariana le preocupa, además, la suerte de connacionales en Estados Unidos que, siendo víctimas de la discriminación institucionalizada, “no reciban la atención y la protección debida frente a este deplorable crimen”, indicó.
La nota consideró como lamentable que la nación norteamericana obvie su responsabilidad y pretenda descalificar la labor del Gobierno bolivariano, que “cumple cabalmente con sus compromisos en esta materia”.
Una vez más, Venezuela desconoce la facultad mediante la cual Washington, cuyas acciones estimulan violaciones flagrantes a los derechos humanos en nuestra región, pretende erigirse como vigilante de las políticas implementadas por otros países, afirmó.
El comunicado expresó que el derecho internacional es uno, construido bajo los principios de igualdad y respeto entre las naciones, y “no al capricho de un solo país”, independientemente de su poderío militar o económico, apuntó.
La República Bolivariana instó al Gobierno de Estados Unidos a enmarcar sus acciones dentro de la diplomacia y respetar la soberanía y la autodeterminación de otros Estados.
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