El representante del gobierno en la zona, Saina Buba, declaró a medios televisivos que el triste suceso constituye un revés en la lucha por restablecer la paz y estabilidad en el conflictivo Borno y otras demarcaciones aledañas. Valoró que la violencia en ese entono, la cual afecta las actividades agrícolas, hace peligrar la seguridad alimentaria de los habitantes.
Por su parte, el integrante de la denominada Fuerza Civil Conjunta, Abudulmumeen Bulama, comunicó a medios de prensa que algunos de los labriegos asesinados murieron tras ser decapitadas por los agresores.
El violento incidente en Borno ocurrió dos días después de que en el también norteño estado de Zamfara fuerzas gubernamentales rescataron a 10 granjeros secuestrados el 6 de este mes por bandidos armados.
Las víctimas liberadas, que pasaron siete días atrapados en una guarida de los delincuentes, ya se reunieron con sus familias, precisó un reporte oficial.
Según Naciones Unidas, la violencia desatada desde 2009 en el norte de Nigeria y otras partes del país por grupos extremistas como Boko Haram y facciones del Estado Islámico dejó saldo de más de 35 mil muertos y unos dos millones de desplazados.
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