El incidente tuvo lugar en Bazor cuando los agentes de la Brigada de Intervención de Bon Repos patrullaban la zona.
Los oficiales dispararon a los perpetradores que viajaban en un Toyota Hilux blanco, poco después que los secuestradores abrieran fuego contra el vehículo de la víctima.
Los secuestros disminuyeron drásticamente en las últimas semanas en medio de la operación Bwa Kalé lanzada por la población para linchar a los supuestos miembros de grupos armados.
No obstante, la cifra de raptos continúa elevada con 389 casos reportados de enero a marzo, un aumento del 72 por ciento con respecto al primer trimestre de 2022, según el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos.
Según el informe, las víctimas incluyen 29 extranjeros de tres nacionalidades, y entre las causas del aumento está la necesidad de compensar las pérdidas financieras debido a las sanciones de Canadá y Estados Unidos contra la élite político-económica por su supuesta financiación de pandillas, así como la presunta implicación en tráfico de armas y drogas.
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