Esta fecha fue establecida por la ONU en 1995 para recordarle al mundo que la desertificación es el resultado de una permanente degradación de los suelos, ocasionada por una constante desforestación de los bosques, la salinización, la falta de agua y una sobreexplotación de los acuíferos.
Por otro lado, la sequía representa un cambio o anomalía del clima, que ocurre cuando los niveles de precipitaciones están muy por debajo de lo que corresponde a un área geográfica, con afectaciones al crecimiento de todas las especies que se desarrollan en esa zona.
La degradación de los suelos en distintas regiones del mundo, se produce como consecuencia de las continuas actividades humanas, y que lamentablemente han dañado grandes extensiones de tierra, lo cual provocado erosión, agotamiento de los acuíferos y pérdida de nutrientes de los suelos.
En la actualidad, esto representa un grave problema para la economía y el desarrollo de los pueblos, sobre todo, en los países donde la siembra y la producción agrícola representan una de las principales fuentes de ingresos para las personas de escasos recursos.
Por esta razón, la ONU convoca este día a la adopción de políticas que ayuden a neutralizar la degradación de los suelos, con las cuales los organismos involucrados asuman el compromiso de garantizar el disfrute de todos los recursos que la madre naturaleza brinda.
Este año el Día de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía tiene como lema Mujer. Sus tierras. Sus derechos.
Se trata de hacer que ellas tengan los derechos que les corresponden sobre la tierra, porque cuando la sequía hace estragos y los suelos se degradan, suelen ser las más afectadas. No se puede excluir del acceso a la tierra al 50 por ciento de la población mundial.
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