Según Naciones Unidas y residentes en Darfur Occidental, la autoridad gubernamental, Jamis Abdulá Jakar, fue ejecutado luego de su arresto por las RSF tras efectuar comentarios críticos en una entrevista televisiva sobre los paramilitares, relacionados con sus crímenes en la zona.
Habitantes de la convulsa región comunicaron que el ahora occiso denunció que en la ciudad de El Geneina, capital de la mencionada región, de donde era oriundo, la tribu masalit sufre frecuentes ataques de milicias árabes, con respaldo de las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Ante el crimen, el residente en la localidad de Nyala, Mohammed Abdelrahim, manifestó que, como otros pobladores, pide a las autoridades que esclarezcan las circunstancias en que murió el gobernador Jakar, ya que su deceso violento constituye un acto grave en detrimento de la estabilidad social.
También llamó a la comunidad internacional a que actúe de inmediato para detener el derramamiento de sangre en el estado de Darfur Occidental, territorio que abandonaron cientos de personas, entre ellos mujeres y niños, en medio de los enfrentamientos armados.
Comunidades de Darfur Occidental exigen la captura de los responsables de la ejecución de la autoridad gubernamental, sostuvo, por su parte, el también poblador de Nyala, Mumarak Hassan.
Los choques armados en Sudán estallaron el pasado 15 de abril por fuertes contradicciones entre mandos del Ejército Nacional y las RSF, en torno a la integración de esa última fuerza a las tropas gubernamentales.
La inestabilidad social y política aumentó en este territorio desde abril de 2019, cuando fue derrocado, al calor de multitudinarias manifestaciones por la carestía de los productos de primera necesidad y combustibles, el entonces presidente Omar Hassán Al-Bashir.
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