La medida la había anunciado el presidente Gabriel Boric cuando hizo su rendición pública de cuentas el 1 de junio reciente, pero no se estableció una fecha para llevarla a la práctica y algunas empresas dijeron que sólo sería posible hasta 2024.
El cobro extra cuando una familia rebase los 300 kilowatts hora durante los meses más fríos del año era considerado excesivo para los hogares de menores ingresos, que utilizan calentadores eléctricos más baratos en el mercado, pero también altos consumidores.
La demanda de poner fin a la tarifa de invierno fue encabezada por diputados del Partido Comunista de Chile y apoyada por numerosos sectores sociales y políticos.
El ministro de Energía, Diego Pardow, dijo que esto permitirá beneficiar a un número significativo de clientes residenciales durante el invierno y da cumplimiento a uno de los compromisos asumidos por el presidente en la cuenta pública.
Agregó que también estimulará la búsqueda de mecanismos de calefacción eficiente y asequible, para sustituir el uso de combustibles fósiles, sobre todo en el sur del país.
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