La reunión tuvo lugar tras las visitas sobre el terreno de los representantes de esos organismos, liderados por Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA, y Catherine Russell, responsable de Unicef.
Según la nota de la Oficina de Gobierno, Henry reiteró la determinación del gobierno de restaurar la paz y la estabilidad, y admitió que constituyen condiciones esenciales para el desarrollo político y económico de la nación.
Por su parte, los responsables del PAM y Unicef elogiaron los esfuerzos realizados por el Gobierno haitiano para facilitar la entrega de ayuda a zonas remotas y de alto riesgo, luego de los recientes desastres naturales.
Asimismo, expresaron preocupación por la situación de seguridad y pidieron una mayor sinergia a largo plazo entre las estructuras gubernamentales y las agencias de la ONU.
Los directivos del organismo mundial iniciaron el lunes una visita oficial al país y recorrieron centros educativos, intercambiaron con agricultores y procesadores de alimentos, así como supervisaron las labores de asistencia a los más vulnerables.
Según datos del PMA, la mitad de los haitianos sufre inseguridad alimentaria, entre ellos casi tres millones de niños y se prevé que más de 115 mil menores de cinco años sufran desnutrición potencialmente mortal este año, un aumento del 30 por ciento desde 2022.
La situación se agrava con la violencia de las pandillas que limita la asistencia humanitaria en varias zonas, al tiempo que recrudece la crisis económica que sufre la nación caribeña.
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