Una delegación, liderada por la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Catherine Russell, así como Cindy McCain, responsable del Programa Mundial de Alimentos, concluyó este martes una visita al país caribeño y alertó que 5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente, entre ellas casi tres millones de niños.
“La crisis del hambre en Haití no se ve, no se escucha y no se aborda. La violencia y las crisis climáticas acaparan los titulares, pero no oímos hablar tanto de los 4,9 millones de haitianos que luchan día a día por alimentarse”, lamentó McCain.
Agregó que, per cápita, la proporción de haitianos que se enfrentan a una inseguridad alimentaria de nivel de emergencia es la segunda más alta del mundo, “no podemos abandonarlos”, afirmó.
Por su parte, Russell aseguró que las necesidades humanitarias son mayores que en 2010, cuando un devastador terremoto destruyó la capital y cobró más de 200 mil vidas, sin embargo, actualmente cuentan con muchos menos recursos para responder.
La ONU prevé que este año más de 115 mil niños menores de cinco años sufran desnutrición potencialmente mortal, lo que supone un aumento del 30 por ciento con relación a 2022.
Además, el sistema sanitario está al borde del colapso, las escuelas fueron atacadas por grupos armados y la población civil está aterrorizada y privada de sus medios de subsistencia, lamentaron las agencias de la ONU.
En este contexto, en los barrios más peligrosos de la capital, mujeres y niños sufren niveles asombrosos de violencia sexual y las inundaciones junto al reciente terremoto ocurrido este mes fueron un recordatorio de la vulnerabilidad del país ante el cambio climático y las catástrofes naturales.
Durante su visita, las directivas de la ONU se reunieron con el primer ministro Ariel Henry, con otros funcionarios gubernamentales y visitaron una escuela apoyada por Unicef y el PMA.
También viajaron a Jeremie, en el suroeste del país, para intercambiar con agricultores y procesadores de alimentos, así como con personas que reciben transferencias monetarias en el marco de un programa de asistencia social.
Visitaron un sitio de desplazados por la violencia y conversaron en privado con niños y mujeres sobrevivientes de agresiones sexuales perpetradas por grupos criminales.
Asimismo, solicitaron financiación oportuna y flexible para atender las necesidades más urgentes y recordaron que, a pesar de la crisis, solo se ha recibido hasta el momento el 23 por ciento de los 720 millones de dólares que precisa la respuesta humanitaria este año.
npg/ane