En marzo reciente la entidad proyectó que al cierre de este año el resultado del PIB estaría ubicado entre -0,5 y 0,5 puntos porcentuales.
De cualquier forma, en ninguno de los dos escenarios la economía chilena estará en condiciones de despegar con fuerza luego de los eventos recientes, como la pandemia de la Covid-19 y los problemas financieros globales, incluida el alza del precio de los combustibles.
Un panorama más positivo podrá ocurrir en 2024, cuando el Banco Central calcula un Producto Interno Bruto de entre 1,25 y 2,25 por ciento y un año más tarde estará entre dos y tres puntos.
Respecto a la inflación el informe señaló la tendencia a un paulatino descenso durante los próximos meses y cerrar diciembre en 7,7 puntos, pero será hasta dos años plazo, es decir en 2025, que llegará a la meta ideal de tres por ciento.
Por otra parte, continúa la disminución en el consumo privado, con mayor incidencia en la rama de bienes, y crece en el sector de los servicios.
Respecto al panorama externo, el Banco Central señaló que persisten las señales de una baja en el crecimiento mundial debido al problema inflacionario y las restricciones monetarias, lo cual afecta la dinámica de los créditos y las inversiones.
La situación del sistema bancario de Estados Unidos, destacó el documento, es un importante foco de incertidumbre.
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