Un estudio de la organización ecologista Legambiente publicado este miércoles en el sitio oficial de esa entidad apunta que “si seguimos con la media de los últimos tres años, el país se encontrará lejos de los objetivos climáticos fijados para 2030”.
En ese análisis se señala que en 2022 solo se instalaron en esta nación europea 206 mil 600 plantas, de las cuales 206 mil 167 fueron fotovoltaicas, 215 eólicas, 145 hidroeléctricas y 73 de bioenergía, con una capacidad total de 3,4 gigavatios (GW), a un ritmo que difícilmente posibilitará llegar a los a 250 GW de energía renovable para 2035.
La asociación ecologista identifica como las principales causas de estos retrasos las actuales «normativas obsoletas y fragmentadas, así como la lentitud en la obtención y trámites burocráticos”, y demanda mayor involucramiento del actual Gobierno cuya estrategia se orienta a transformar el país en un importante centro gasífero del Mediterráneo.
Stefano Ciafani, presidente nacional de Legambiente, indicó que Italia “debe tener el coraje de eliminar los enormes subsidios a los combustibles fósiles y autorizar la construcción de nuevas plantas de fuentes limpias en unos pocos meses”.
“La voluntad política y las decisiones oportunas son fundamentales para conducir al país hacia un futuro energético sostenible”, añadió Ciafani.
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