Fuentes oficiales indicaron que Lula tendrá además este miércoles encuentros con su par italiano, Sergio Mattarella, y el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.
La nota de la Cancillería refiere que la relación bilateral Brasil-Italia, elevada en 2007 a la categoría de Asociación Estratégica, posee un amplio espectro de afinidades históricas, económicas y culturales.
Además, agrega, «de beneficiarse de la presencia, en Brasil, de más de 30 millones de descendientes de italianos, la mayor de las numerosas diásporas italianas en el mundo, y de más de 100 mil brasileños residentes en Italia».
El texto apunta que, en 2022, Italia fue el decimotercer socio comercial de Brasil, el decimoquinto destino de las exportaciones (1,5 por ciento del total) y séptimo proveedor de las importaciones (dos por ciento del total).
Las inversiones italianas en el gigante sudamericano pasaron por expansión de 2015 a 2021, cuando alcanzaron 17,7 mil millones de dólares.
De acuerdo con el mensaje, en este contexto favorable, la visita de Lula «será una oportunidad para transmitir el mensaje de que la actual reanudación de la presencia brasileña en el escenario internacional posee como una de sus varias vertientes el fortalecimiento del reconocimiento de Italia como socio político de importancia estratégica».
Respecto a Brasil y la Santa Sede, las partes mantienen relaciones diplomáticas desde 1826 y «la institucionalidad del diálogo está basada en el Acuerdo Relativo al Estatuto Jurídico de la Iglesia Católica en Brasil (2008)».
El contenido asegura que la visita del presidente será una oportunidad para repasar la expresiva convergencia que caracteriza la pauta bilateral y multilateral de la relación.
«Las posiciones de Brasil y la Santa Sede convergen en temas de paz y seguridad internacional, desarme y no proliferación, derechos humanos, refugiados, globalización, combate al hambre y a la pobreza, negociaciones comerciales orientadas al desarrollo y medio ambiente», recalca el escrito.
Lula adelantó recientemente que repetirá a Francisco la invitación para venir a su país y acompañar al Círio de Nazaret, una de las mayores manifestaciones católicas del mundo, prevista para octubre venidero en Belém, capital del norteño estado de Pará.
Tras el encuentro con el Sumo Pontífice, el fundador del Partido de los Trabajadores platicará con el arzobispo Edgar Peña, de la Secretaría de Estado del Vaticano, equivalente al Ministerio de Relaciones Exteriores en Brasil.
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