El Congreso de la nación centroamericana aprobó en 2011 una reforma constitucional que destina el ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación pública, en todos sus niveles de enseñanza.
La convocatoria fue débil, no había una causa clara, ¿defender la educación?, todos la defendemos, ironizó el mandatario para argumentar después que un país envejecido y con cada vez menos estudiantes debe amarrarse a un ocho por ciento del PIB.
Pudo haber sido en consecuencia y en intención, una medida populista en aquel entonces, subrayó.
Miles de estudiantes universitarios de centros públicos de Costa Rica además profesores y sindicatos, organizaciones y federaciones estudiantiles, representaciones de sindicatos de la educación y la salud, sociales y Partidos de izquierda salieron el lunes último a las calles.
Dos rutas recorrieron los manifestantes: la primera desde el parque de la Merced, en el centro capitalino y la segunda desde la Universidad de Costa Rica (UCR) en San Pedro, para llegar todos hasta el parque de la Democracia frente a la sede de la Asamblea Legislativa.
La manifestación de este lunes tenía como objetivo además exigir además al Gobierno el cumplimiento con el compromiso de hace un año a las universidades públicas de trasladar el uno por ciento adicional al Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) de seis millones de colones (más de 11 millones de dólares) por concepto de inflación.
En conferencia de prensa luego del Consejo de Gobierno, el mandatario dijo además que su objetivo es tener una discusión racional sobre el presupuesto educativo y reconoció que si no hay un acuerdo, será el Congreso el encargado de definir el presupuesto para la educación en 2024.
Mientras, diputados del Partido de Liberación Nacional, de la oposición, dieron a conocer que sus 19 diputados no votarán ningún presupuesto mientras no se solucione la disputa por el FEES.
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