Por amplia mayoría (69 votos a favor, uno en contra y 10 abstenciones) se acordó que por segunda ocasión consecutiva el COI se haga cargo de esta disciplina en Juegos Olímpicos, para la versión de París 2024, aunque también estará seguro en Los Ángeles 2028.
Suspendida provisionalmente desde 2019 tras varios escándalos de arbitraje durante los Juegos de Río de Janeiro 2016, la IBA fue apartada de la cita estival de Tokio 2020.
Irregularidades financieras, falta de transparencia y rigor en las áreas de «gobernabilidad, financiera, antidopaje, jueces y arbitraje» se sumaron a las preocupaciones del COI, que menguaron tras asumir la presidencia de la IBA el ruso Umar Kremlev en diciembre 2020, pero todavía se mantienen.
La nueva dirigencia logró que se mantuviera el deporte, fundador del movimiento olímpico, luego que en febrero de 2022 se dejara fuera del programa de Los Ángeles 2028, pero la creación en marzo pasado de la disidente World Boxing empañó el panorama.
La admisión de boxeadoras rusas y belarusas en condiciones normales durante el pasado Campeonato Mundial femenino provocó la retirada de un grupo de países, que luego promovieron la creación del organismo alternativo.
Al COI no le sentó nada bien que de manera unilateral la IBA divulgara recientemente una ruta clasificatoria hacia París 2024 y hoy tomó la decisión de volver a encargarse del boxeo para la justa parisina, incluyendo los torneos de clasificación.
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